Una corona heredada, una democracia cuestionada

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Concentración en Plaza de Sol (Madrid) Por un Proceso Constituyente

El Rey abdica y todo el mundo se apresura a hablar de su historia monárquica, de sus fallos y aciertos, de su vida privada, etc. En una de esas tertulias en las que los componentes hablan del Rey, pregunta la presentadora: “¿Cómo llegó el rey a ser Rey?” Y una de las periodistas se apresura a contestar: “Pues llegó soportando con talante el divorcio de su hija, la imputación de su yerno, las acusaciones de caza…”.  Yo, atónita, hago un esfuerzo por no dar un volantazo en plena carretera, ante el intento, de esa periodista, de tomar por tontos a los oyentes. El Rey reina porque lo puso Franco, un dictador que mantuvo sometido a todo un país durante 40 años y no decir eso, es faltar a la verdad.

Desde ayer, la cantidad de programas e informaciones dadas sobre la corona, han saturado hasta a los pobres espectadores de “Hombres mujeres y viceversa” que reclamaban “su derecho a ver el programa” en twitter. Sin embargo, la mayoría de esas informaciones dan por hecho la sucesión, sin cuestionarse, en pleno siglo XXI, que no es  NADA DEMOCRÁTICO QUE UN PUESTO COMO EL DE JEFE DE ESTADO SE HEREDE. Olvidando estos medios la labor social del periodismo, que es, entre otras cosas, crear opinión pública, fomentar el debate y la diversidad de ideas, no someterse al poder establecido. De hecho, ha sido una cuestión más debatida a nivel internacional, que nacional. Sigue leyendo